Argentina disputó diez partidos en la ciudad: tres en el estadio General San Martín y siete en el Mundialista. Ganó la recordada Copa Artemio Franchi 1993, pero también tuvo actuaciones decepcionantes. El repaso de cada presentación.
Mar del Plata fue por años la casa de la Selección Argentina: en la Villa Marista germinó el equipo que levantó la Copa del Mundo 1978. Sin embargo, esta ciudad fue sede de sólo diez partidos oficiales del combinado albiceleste mayor a lo largo de la historia. Uno de esos, la definición de la Copa Artemio Franchi 1993, cuando Diego Armando Maradona dio su última vuelta olímpica. También hubo encuentros de menor interés y actuaciones decepcionantes.
Mar del Plata es la tercera ciudad del interior que más veces recibió partidos reconocidos por FIFA, dos menos que Rosario, uno menos que Córdoba y la misma cantidad que Mendoza. Claro que esas plazas tuvieron choques de Eliminatorias Sudamericanas, Copa América o incluso Rosario fue sede en tres cotejos mundialistas.
Aquí, Argentina logró el único título como local en los últimos 42 años. El anterior fue el Mundial 1978, cuya final se disputó en el estadio Monumental.
Las otras seis veces que conquistó un torneo oficial -todos Campeonatos Sudamericanos- dentro del país fueron en Buenos Aires: dos veces más festejó en el estadio Monumental de River (1946 y 1959), dos en el Viejo Gasómetro de San Lorenzo (1929 y 1937) y las restantes en el antiguo estadio de Boca de Ministro de Brin y Senguel -hoy Pérez Galdos- (1925) y el también desaparecido estadio de Sportivo Barracas (1921), considerado en esa época uno de los mejores de Sudamérica. En resumen, la Selección celebró 8 de sus 19 títulos dentro de su territorio y uno de esos fue en esta ciudad.
De los diez partidos, tres se jugaron en el estadio General San Martín y otros siete en el estadio Mundialista.
Más allá de la inolvidable alegría contra Dinamarca, en 1993, y el récord positivo (4 victorias, 5 empates y 1 derrota), los rendimientos de la Selección en general fueron pobres. Por eso, en repetidas ocasiones el público demostró su reprobación.
Yugoslavia fue el rival que más veces (3) jugó aquí. También lo hicieron Polonia, Francia, Unión Soviética, Checoslovaquia, Dinamarca, Jamaica y Ecuador.
Diego Maradona y Diego Simeone son los jugadores con más encuentros: tres. El primero también volvió como director técnico.
Otro dato llamativo es que cuatro de los diez partidos se jugaron bajo una intensa lluvia: ante Yugoslavia (1968), Checoslovaquia (1982), Yugoslavia (1996) y Ecuador (2011). Y el choque frente a Francia (1971) fue postergado un día por las malas condiciones climáticas y también se desarrolló en un terreno mojado.
Las primeras visitas
Tras una larga espera, el martes 17 de diciembre de 1968 la Selección Argentina se presentó en Mar del Plata, después de más de 400 partidos oficiales en su historia. Era un momento turbulento de AFA, con cambios continuos de técnicos, situación que desembocó en la no clasificación para México 1970.
El conjunto dirigido por el marplatense José María Minella superó 1-0 a Polonia en el estadio General San Martín, gracias al gol de penal de Raúl Armando Savoy. “Con angustia”, título LA CAPITAL sobre el partido que tuvo como figura a Edgardo “el Gato” Andrada, a quien Pelé le marcó su gol número mil -contando cotejos no oficiales-. Entre otras buenas intervenciones, el arquero rosarino le contuvo un penal a Szadkowski.
El encuentro se jugó en plena definición del Nacional ’68, por lo que no fueron convocados jugadores de River, Vélez y Racing, que animaban el triangular de desempate por el primer puesto. Y fue el anteúltimo en el que ofició de juez Guillermo Nimo, quien el fin de semana siguiente quedó “marcado” de por vida por no sancionar un penal para River por una clara mano de Luis Gallo, defensor de Vélez, el posterior campeón. Desde entonces, el histriónico árbitro no dirigió más.
Mar del Plata, que esperó tanto tiempo a la Selección, tuvo dos partidos en cinco días. Porque el 22 de diciembre, Argentina se midió en el mismo escenario ante un rival más exigente: Yugoslavia, flamante subcampeón de la Eurocopa, que llegaba tras un positivo empate (3-3) en Río de Janeiro ante el Brasil de Pelé. En sus filas tenía a Dzajic, considerado por “O Rei” como “un verdadero mago”.
El resultado fue 1-1. El equipo europeo dominó en el primer tiempo “con organización y pelota contra el piso “. El local repuntó en el complemento e igualó mediante Jorge Héctor Olmedo.
En la siguiente presentación, el estadio General San Martín estuvo casi colmado. El 13 de enero de 1971, Argentina derrotó 2-0 a Francia con tantos de César Ladaignée, de penal, y Norberto Madurga.
“Desquite, pero sin brillo”, tituló LA CAPITAL, tomando como referencia el partido entre las mismas selecciones cinco días antes, en La Bombonera, con triunfo de los europeos 4-3.
Argentina tuvo muchos altibajos y apenas sobresalieron Juan Ramón “la Bruja” Verón y el defensor Laraignée. La visita, que contó entre los titulares con Henri Michel (después prestigioso entrenador), cumplió un papel muy pobre más allá del esfuerzo del delantero Charly Loubet.
Fue el inicio de una serie invita de 13 partidos para el conjunto dirigido por Juan José Pizzuti.
Mayor prestigio, mayor desilusión
Cuando regresó a la ciudad, nueve años después, el seleccionado tenía otro prestigio: era campeón del mundo. El conjunto de César Luis Menotti realizó en diciembre de 1980, en Villa Marista, su preparación para el “Mundialito” de Uruguay. Y el 4 de ese mes empató 1-1 con Unión Soviética en un estadio Mundialista repleto.
Argentina presentó parte de la base titular del ‘78, con la inclusión de Diego Maradona, pero no contó con tres futbolistas que actuaban en el exterior: Kempes (Valencia), Bertoni (Fiorentina) y Ardiles (Tottenham). Además, Luque se lesionó el codo derecho en la primera práctica, por lo que Menotti puso como titular en el amistoso a Jorge Carlos Cecchi (pasó por Aldosivi entre 1985 y 1986), de 17 años, quien todavía no había debutado en Boca (tiempo después Mascherano también jugó en la Selección antes que en River).
“Floja actuación y justo empate”, tituló el diario LA CAPITAL. “Al ‘Mundialito’ debe llegar cuatro o cinco puntos por encima de lo que jugó anoche”, aseguró el comentario del partido. Para el bajo rendimiento influyó la pegajosa marca -por momentos violenta- que el combinado europeo hizo sobre Maradona, autor del tanto argentino.
Unión Soviética, que no había disputado los dos Mundiales previos, pretendía recuperar el prestigio de otrora: en España 1982 llegó hasta la segunda fase, igual que Argentina.
En el amistoso atajó para la visita Rinat Desáyev, considerado uno de los mejores arqueros de la historia. Mientras que para los albicelestes cumplieron una discreta actuación los integrantes de la defensa, Gallego y Barbas, pero del medio para adelante quedaron todos en deuda. Fue tal la desilusión del público, que los campeones del mundo fueron despedidos de la cancha con una estruendosa silbatina.
No resultó mejor la actuación del equipo de Menotti el 9 de marzo de 1982, en un amistoso disputado en plena preparación para el Mundial. Fue un pobre 0-0 ante Checoslovaquia, otro seleccionado que había conseguido su boleto a España.
Más allá que tenía a Maradona, Argentina no dispuso de seis jugadores de River inhabilitados por AFA tras negarse a jugar para su club (por deudas en los sueldos) un amistoso ante Peñarol, en uno de los escándalos más grandes del fútbol de verano en Mar del Plata. Ellos eran Fillol, Passarella, Gallego, Kempes, Ramón Díaz y Olarticoechea.
Diego fue “permanentemente sofocado por la marcación zonal adversaria”, según el diario La Nación, y “Argentina no tuvo orden ni claridad para romper el cerrojo checoslovaco”, de acuerdo a la crónica Efe. Opaco en ataque, en Argentina sólo mostraron su jerarquía Olguín y Trossero.
La visita, que había igualado días antes 1-1 con Brasil en Sao Paulo, no contó con algunas de sus figuras, como Panenka, Masny o Vojacek. Pero sí jugó Nehoda, quien ostenta la mayor cantidad de actuaciones en la historia de su seleccionado.
En los dos partidos de los vigentes campeones del mundo del ‘78, la recaudación batió el récord en el estadio entonces denominado Ciudad de Mar del Plata, ahora José María Minella.
La copa quedó en casa
El partido más importante de la Selección en Mar del Plata se jugó el 24 de febrero de 1993. Ese día Maradona dio su última vuelta olímpica con la albiceleste, ya que después no participó de la Copa América en Ecuador.
Casi en el cierre de la temporada de verano, la ciudad fue sede de la Copa Artemio Franchi (precursora de la Copa de las Confederaciones), disputada por campeón de América y el de Europa. Argentina venció por penales (5-4) a Dinamarca, tras la igualdad 1 a 1 en 120 minutos de juego.
El conjunto de Alfio Basile, que llevó su invicto a 25 partidos -la serie se extendió hasta 33-, “mostró vocación y entrega” para quedarse con el título oficial ante un rival que, más allá de la presencia de Brian Laudrup (su hermano Michael había renunciado al seleccionado un año antes), se aferró al empate. “Apuesta suicida” con Goycoechea en el arco rival: el “1” ya había demostrado que era un especialista en penales en Italia 1990.
Dinamarca se adelantó con tanto de Craviotto, en contra, y Caniggia empató pocos minutos después, tras desviar una definición de Batistuta. Desde los doce pasos, el arquero argentino respondió a la ovación del público, que no paró de gritar “olé, olé, olé, olé, Goyco, Goyco”, y contuvo los remates de Vilfort y Goldbæk.
Saldaña venció al prestigioso Peter Schmeichel en el último penal y desató la locura de un desbordado estadio Mundialista (pagaron entrada 34.683 personas). “La gente se porta demasiado bien conmigo”, declaró Diego, feliz tras la consagración.
Lo cierto es que en ese partido brotó una emoción pocas veces vista en la ciudad por un espectáculo deportivo.
Yugoslavia, un rival repetido
Con Daniel Passarella en el banco, el combinado albiceleste mayor disputó dos amistosos internacionales, ambos frente a Yugoslavia.
El primero fue el 28 de diciembre de 1996 y terminó con triunfo de la visita 3-2 en un juego atractivo, con 20 mil personas en las tribunas. El conjunto balcánico, sin sus principales figuras (Savicevic, Mijatovic y Stojkovic) demostró una gran practicidad ante un equipo argentino dubitativo en defensa. El marplatense Juan Esnáider marcó de penal uno de los goles del local (el otro fue de Hugo Morales).
Para el amistoso del 24 de febrero de 1998, Argentina llegó con mayores cuestionamientos. Por eso, ni el triunfo 3-1 en la parte final evitó la reprobación de los casi 25 mil espectadores. “Crespo apareció justo a tiempo para apagar el incendio”, tituló Clarín. “Ni siquiera el maquillaje del triunfo en el final modificó la consideración de que Argentina no cumplió con las expectativas”, opinó La Nación.
Más allá de los tres goles de Crespo, la gente pidió con insistencia por Gabriel Batistuta, quien no había sido convocado en varios partidos de las Eliminatorias. El histórico goleador de Fiorentina fue después el titular en Francia ’98.
Amistosos devaluados
En el nuevo milenio, Mar del Plata perdió terreno respecto a otras plazas del interior, como las tradicionales Córdoba, Rosario y Mendoza, y ahora también Santa Fe, San Juan y La Plata. Por eso, no fue considerada sede de la Copa América 2011 y tampoco recibió partidos de Eliminatorias Sudamericanas las tantas veces que la Selección salió de Buenos Aires.
Apenas se desarrollaron dos amistosos de escaso interés. Y en ambos presentó jugadores del ámbito local.
El partido del 10 de febrero de 2010, en la previa al Mundial de Sudáfrica, acaparó mayor atención (asistieron cerca de 20 mil hinchas) por la presencia de Maradona como entrenador, más allá que el rival fue un combinado “B” de Jamaica.
Argentina, con el marplatense Mariano Echeverría de titular, perdía 1-0 hasta los 38′ del complemento y se impuso por una aparición salvadora de Palermo y un tanto agónico de Canuto a poco de ingresar. Esta vez, “la multitud fue demasiado generosa con un equipo que no le transmitió nada”, comentó LA CAPITAL.
El 20 de abril de 2011, ante apenas unas 7.000 personas (incluso cuando se regalaron muchas entradas), Argentina igualó en el Minella 2-2 con Ecuador. “No culpes a la lluvia”, tituló el diario, en referencia a otra pobre actuación de la Selección, ahora conducida por Sergio Batista.
En definitiva, Mar del Plata recibió 10 veces al seleccionado mayor. Aquí vinieron los campeones del mundo y dio la última vuelta olímpica Maradona.
Hoy, con un Minella deteriorado y competencia frente a plazas con estadios mejor acondicionados y con fuerte apoyo económico gubernamental, los partidos de la Selección parecen estar muy lejos del alcance de la mano.
Campeón panamericano y la conexión rumbo a Atlanta
Argentina, con sus combinados Sub 23 y Sub 20, también jugó tres competencias oficiales en Mar del Plata. Fue campeón en los Panamericanos 1995, obtuvo una plaza para los Juegos Olímpicos de Atlanta en el Preolímpico 1996 y, en 1999, ganó el Sudamericano Sub 20 clasificatorio al Mundial de la categoría.
Hace 25 años, Mar del Plata recibió los recordados Juegos Panamericanos. Argentina prevaleció en distintos deportes colectivos, entre ellos el fútbol, en el que se quedó con el oro.
En la fase de grupos, el seleccionado Sub 23 conducido por Daniel Passarella se impuso 3-0 a Estados Unidos (dos goles de Gallardo, uno de penal, y otro de Ortega) y 1-0 a Paraguay (Gallardo, de penal), mientras que igualó 2-2 con Honduras (Gallardo, dos veces de penal). En cuartos de final derrotó 1-0 a Chile (Pablo Paz), en semifinales eliminó a Honduras 3-2 (dos de Gallardo, uno de penal, y otro de Roberto Ayala) y en el partido decisivo superó por penales 5-4 a México, tras igualar 0-0 en tiempo reglamentario. Otros jugadores destacados del plantel fueron Juan Pablo Sorín y Javier Zanetti.
A año siguiente se disputó el Preolímpico Sub 23. En la fase inicial, el equipo también dirigido por Passarella venció 6-0 a Ecuador (dos goles de Marcelo Delgado, dos de Hugo Morales, uno de Ortega y otro de Crespo), 2-1 a Chile (dos de Delgado), 3-0 a Venezuela (dos de Delgado y uno de Claudio López) y 4-0 a Colombia (tres de Crespo y uno de Cristian González). En el Cuadrangular Final, Argentina superó 2-0 a Uruguay (Delgado y López) y 2-0 a Venezuela (Crespo y López) y, ya con el pasaje a Atlanta asegurado (clasificaban primero y segundo), no pudo coronarse campeón porque empató 2-2 con Brasil (Delgado y López). El seleccionado en el que jugaba Roberto Carlos, entre otras figuras, fue campeón por mejor diferencia de gol. “El Chelo” Delgado resultó el goleador del certamen, con ocho tantos.
Por su parte, en 1999, el seleccionado Sub 20 de José Pekerman se consagró campeón del Sudamericano y obtuvo un lugar en el Mundial de Nigeria. En la primera fase venció 4-1 a Venezuela (goles de Duscher, Farías, Galletti y Aimar), 2-0 a Ecuador (dos de Galletti), 2-0 a Perú (Aimar y Daniel Montenegro) y 4-0 Chile (dos de Galletti, Fernando Crosa y Duscher). Y en el Hexagonal final perdió 1-0 con Uruguay, pero ganó los restantes partidos: 5-0 a Perú (dos de Germán Rivarola, dos de Galletti y uno de Cambiasso), 2-1 a Brasil (Galletti y Farías), 1-0 a Chile (Montenegro) y 1-0 a Paraguay (Galletti). El delantero de Estudiantes fue el goleador del torneo, con 9 tantos.